El calor de su pecho, el olor de su piel, sus besos, las hojas de otoño, una barba que pincha, los labios suaves, sus pelos despeinados, cara de dormido, una canción de las pastillas del abuelo, una siesta en invierno, un cigarrillo compartido, un abrazo con una campera en la cual me hundo, un beso bajo la tormenta, un 130 que pasa por Crisologo Larralde, un plumón rojo, una remera de River, unas cosquillas en el lugar justo, caricias en la nuca o en la panza. El, yo, nosotros todo es un recuerdo tan pero tan vivo que lo siento acá, cada día lo necesito más acá.